Todo empezó antes de
entrar a cuarto año, terminando noveno, aun no estaba segura de que quería
estudiar y hasta ese momento decía que iba a estudiar medicina. En un speech de
ingles un compañero habló sobre la ONU, me pareció demasiado interesante y
cuando llegue a mi casa empecé a investigar sobre eso, qué era lo que se tenía
que estudiar para llegar hasta la ONU, y dónde se estudiaba. Encontré que era
Relaciones Internacionales, y algunas universidades en el extranjero que daban
la carrera. Empecé a buscar la misma carrera aquí en Venezuela y encontré que
aquí esta registrada como Estudios Internacionales y que la dan nada más en
Caracas en la UCV y en la USM.
Viendo el pensum de la
universidad veo que está relacionada con comercio internacional, que era algo
que aparte de medicina también me llamaba la atención. La carrera esta
complementada por comercio internacional, derechos humanos, y derecho
internacional, y la profesión es licenciado en estudios internacionales,
también conocido como internacionalista, y su tema de trabajo son las
relaciones exteriores entre Naciones.
Estaba encantada con la
carrera, todo lo que leía, todo me gustaba, el pensum son materias súper
interesantes, y lo que siempre quise, un trabajo de viajar por el mundo jaja.
Le comenté a mi mamá de la carrera y que recuerde lo único que me dijo fue:
“decídete, quieres estudiar todo”, porque como mencione anteriormente estaba
entre medicina y comercio internacional. Luego le dije que eso era lo que
quería estudiar y mantuve firme mi decisión hasta el día de hoy.
Como aun no había ni
empezado cuarto año, eso era lo que menos me preocupaba. Tenía un leve interés
por los Modelos de Naciones Unidas gracias también a mis compañeros de ingles,
pero en mi colegio no existía ningún tipo de delegación hasta febrero del 2014,
que pusieron un poster en el colegio de un modelo, en conjunto con otros
compañeros preguntamos y asistimos como observadores. Luego de ese modelo,
empecé a participar, a sentir pasión por el aprendizaje porque se aprende
muchísimo sobre temas de cultura general, y también a querer competir por un
premio físico. Aunque el mejor premio era el aprendizaje que se adquiría,
siempre tuve esa ambición del premio.
Terminando cuarto año
participe en mi segundo modelo. Recuerdo que me inscribí en un comité
universitario, y en el lobby los delegados universitarios nos preguntaban qué
íbamos a estudiar y dónde, yo seguía con mi decisión y muy segura respondí:
“Estudios Internacionales en la UCV”, todos quedaron sorprendidos con mi
seguridad ante dicha respuesta, respondieron algo como: “wow grandes
aspiraciones, muchos éxitos, si te lo propones lo logras, y la UCV es la mejor
universidad que tiene Venezuela”.
Antes de eso en la
prueba vocacional me salió mercadeo con 97%, comercio exterior con 97%, y
financieras con 93%, yo me iba más por comercio exterior. Cuando presente la
prueba ya estaba clara de lo que quería estudiar, seguía con mi constancia pero
mi mamá no estaba muy de acuerdo con que me fuera a estudiar a Caracas, y yo
siempre le dije que sí que me iba a ir a estudiar lo que me gusta, pero como
aun faltaba tiempo para que llegara ese momento ella se quedaba tranquila.
En quinto año cuando
nos estaban explicando lo del CNU y los indicadores que toman en cuenta con
cierto porcentaje para quedar asignado en una universidad. Al ver que tomaban
en cuenta con un 15% la posición socioeconómica, pensé en que lamentablemente
este gobierno tiene una guerra con las personas a las cuales les va bien por su
propia cuenta, por lo tanto ese 15% lo obtendrían las personas de bajos
recursos, anteriormente ese 15% lo hubieran tomado en cuenta en sí el
estudiante tendría los recursos para todos sus gastos estudiando en una ciudad
foránea a la suya, pero como estamos en Venezuela lamentablemente lo toman en
cuenta de la manera que dije anteriormente. Otorgando también un 5% a las
actividades extracurriculares, lo cual las tenía, no era problema, 30%
territorio los cuales no estaba segura si los obtendría o no porque en Caracas
es el único lugar de Venezuela que la dan, y el otro 50% promedio. Mi promedio
no era el mejor pero era relativamente alto, 18,07 puntos, esto gracias a que
nunca me conforme con una nota menor a 17, siempre les reclamaba a los
profesores por qué esa nota que por qué no una mayor, y si me daban la
oportunidad de repetir la evaluación lo hacía. Esto es algo que mis compañeros
pueden confirmar, siempre me llamaban loca, pero nunca he sido una persona
conformista.
Estaba tranquila, ya
había hecho mis cálculos, saque todos mis papeles para el expediente, esperando
el día para ingresar las carreras a las distintas universidades, mi top 6 fue:
1. Estudios Internacionales UCV 2. Comercio Internacional USB 3. Derecho UCV 4.
Nutrición y Dietética UCV 5. Medicina UCV 6. Hotelería UDO. Claramente quería estudiar
en otra ciudad, y una de las principales razones era para aprender a hacer las cosas
yo sola, sin la ayuda de mis papás, si me quedaba estudiando en mi ciudad iba a
seguir teniendo todas las comodidades, y se me haría más difícil
independizarme.
Finalmente llego el día
de ingresar los datos a la pagina del CNU, en las preguntas de la posición
económica social mentí, como ellos no tienen para verificar que dicha
información es cierta, puse que vivía en una casa con dos cuartos para seis
personas y piso de cemento pulido, entre otras.
En los resultados
preliminares obtuve un índice menor al que habían aspirado otros estudiantes,
por lo cual se me quitaron las esperanzas, pero ya en los resultados finales me
salió que quede de número 134 en la lista de asignados, para estudios internacionales
en la UCV. Son 136 cupos para esa carrera y quede de 134, no lo podía creer.
La primera vez que lo
vi no me emocione mucho debido a que pensaba que había sido lista de espera.
Luego que hablo con mis compañeros de clases, Andrea me dice que lista de
asignados fueron los que quedaron en la universidad. Yo emocionada vuelvo a
revisar y al final de la pagina salía: “usted fue asignado por la opsu para
iniciar en el primer semestre del 2016”, emocionada le dije a mis papás, y en
ese momento empieza la preocupación de mi mamá en que yo me fuera a Caracas, y
a cada rato me decía: “tu no te vas a ir a Caracas”, a lo cual yo siempre
respondía: “sí me voy a ir a estudiar lo que quiero, lo que me gusta, no
estudiaré algo que no me gusta sólo por tener una carrera”. A todos les contaba
que había quedado en la UCV, y un amigo me dijo: “tú si eres bárbara, no te
preocupaste en buscar una segunda opción o de presentar prueba interna,
dependiste 100% de la opsu, y quedaste”.
La segunda opción que
tenía pensado era Idiomas Modernos en Margarita, obviamente era mucho más
cómodo para mis papás porque allá está mi familia y justo un primo estaba
estudiando lo mismo.
En todas las reuniones
familiares, encuentros con amigos, conocidos, personas que teníamos tiempo sin
ver que preguntaban qué iba a estudiar, al decirles que estudios
internacionales en la central en seguida les decían a mis papás: “Caracas?? Y
ustedes van a mandar a Jessica para Caracas?????”, y lo que mis papás
respondían a eso era: “bueno qué más podemos hacer?” con cara de quien no
quiere la cosa pero no le queda de otra. Algunos me felicitaban decían que era
una dicha estudiar en la UCV, la mejor universidad de Venezuela, que
anteriormente para estudiar en la central tenías que ser excelente estudiante
con excelentes calificaciones.
Se terminaba quinto
año, estábamos pendientes de otras cosas, aun no nos enfocábamos de lleno en
los tramites de la universidad, y también buscando oportunidades en el
extranjero. Decía que me iba para Panamá, Colombia, era algo que buscaba universidades,
carreras, costos de la matrícula, pero en Panamá a pesar de no ser tan caro era
un problema en diferentes aspectos, y en Colombia era un poco caro, me quede
tranquila, tuve varios eventos como mi fiesta de graduación, gusana,
vacaciones, y como había sido asignada para empezar en el 2016 me despreocupe,
y disfrute.
Llegue de mi viaje de
graduación y me mude a casa de mi mejor amiga porque en pocos días se iba a ir
del país. El día que se fue me regresé a mi casa, obviamente estaba triste, sentía
un vacío, se fue mi hermana, no había dormido, y no estaba de humor.
Estaba desayunando con
mis papás ese mismo día, me pare de la mesa a fregar, y mi papá dice: “Te
hubieras ido con Sindy para Miami”, a lo cual respondí: “Bueno pero cómprame el
pasaje y me voy”, luego de eso dije algo al respecto de la universidad y mi
mamá me dijo: “bueno vamos a hablar de la universidad”. Me dijo que buscara
otras opciones de carreras aquí en Puerto Ordaz, me nombro todas las carreras
que daban en la UCAB, diciéndome que por qué sería buena para cada carrera:
“Derecho, yo te veo a
ti como abogada, como juez, siempre te vi así, porque eres una persona líder
que le gusta pelear ante las injusticias. Comunicación social, podrías buscar
trabajo en un noticiero porque por tu cara que eres linda, tendrías bastantes
oportunidades. Contaduría, administración, son carreras que te pueden servir
para ejercerlas afuera, carreras futuristas. Estudios Internacionales no tiene
mucho campo laboral, eso es para trabajar con el gobierno, y aquí con este
gobierno eso no tiene sentido”. Le dije que no me quería quedar en Puerto Ordaz
que no me gustaba esta ciudad, que no me gustaban ninguna de esas carreras, que
yo me quería ir porque quería aprender a independizarme cosa que no haría
quedándome, y que si no me iba a Caracas me iba a Margarita a estudiar Idiomas
Modernos. No pude más empecé a llorar, era mucho para mi, lidiaba con muchas
cosas en ese momento, y subí a mi cuarto.
Días después almorzando
mi papá dice: “le dijiste a Jessica lo de la residencia en Caracas?” y yo qué
residencia, en ese momento mi mamá me cuenta que habían hablado con el padre Ángel,
un sacerdote muy amigo de la familia, y que el les había mencionado que en
Caracas había una residencia católica de puras niñas, donde ayudaban a la
formación de profesionales, y ofrecían todos los servicios, las tres comidas
del día, servicio de lavandería, limpieza a la habitación, de todo. Luego de
eso mi mamá se quedo más tranquila, se puso en contacto con la residencia,
mando mi información, como son muy selectivos, no aceptan a cualquiera.
Luego yo me metí en la
pagina de la universidad para ver cuando eran las inscripciones, y me salía que
para mi facultad las inscripciones eran del 26 de Octubre al 13 de Noviembre,
le pregunté a mi mamá que si yo por haber quedado para el primer semestre del
2016 tenía que inscribirme ahorita o en el 2016, ella me dijo que en el 2016,
lo cual me quede tranquila y no estaba tan pendiente de eso.
La semana del 25 de
Septiembre íbamos a viajar, y dos días antes del viaje me llega un mensaje:
“usted ha sido asignado por la opsu para estudiar en la UCV, último llamado”,
pero como el mensaje llego de un número de teléfono no estaba muy segura, dude,
por como esta la inseguridad en el país, traté de llamar a ese número pero
salía como si estuviera apagado, le comente a mi mamá y me dijo que buscara en
las páginas.
En la pagina web de la
universidad no decía nada, solo las fechas de las inscripciones, busque por
twitter, y me encontré con un proceso de validación de cupo, obligatorio para
la inscripción, lo estaban realizando esa semana, empezó el lunes y terminaba
el viernes 25 de Septiembre, ese día era un miércoles. Me puse en contacto con
las personas que habían publicado esa información y me dijeron que si no podía
ir mandara mis papeles, cosa que tampoco pude hacer, era un miércoles en la
noche, si mandaba mis papeles un Jueves probablemente llegaban la semana
entrante.
De regreso del viaje mi
mamá compró pasajes para irnos el 4 de Noviembre a inscribirme, vuelvo a
contactar a las personas de la facultad, y les expongo mi caso, preguntándoles
si podía inscribirme sin ese proceso de validación, a lo cual me sugirieron
mandar mis papeles con una autorización a la oficina de admisión, mi tía me
hizo el favor de ir hasta la universidad, habían quedado en que me iban a
llamar para decirme que día me tocaba inscribirme, yo sabía que me tocaba un
jueves por mi cédula.
Llego la semana que me
tocaba irme, estaba nerviosa, nadie nos podía buscar al aeropuerto, nos tocaba
andar solas por Caracas, estaba muy nerviosa, era algo nuevo para mi ya que
gracias a Dios siempre he tenido quien me lleve y quien me traiga. Aun no había
recibido la llamada pero igual iba a ir, si me ponía a esperar posiblemente pasan
las inscripciones y me quedaba por fuera.
Mi mamá estaba más
nerviosa aun debido a que la ultima vez que fuimos estando en una cola vio como
un motorizado se monto a atracar un autobús, mientras lo esperaba otra persona
en la moto.
A un día de irnos, mi
mamá se despertó preocupada, estresada, sintiéndose mal, Cuando mi papá me
lleva a entrenar me dice: “tu estas consciente de que tu mamá anda estresada
por ese viaje, que tu ni sabes agarrar transporte público, no te has preocupado
en agarrar transporte público aquí, tu crees que allá la cosa es fácil, y tu
que eres más delicada. Tu mamá no quiere ir para allá”, me quedaba callada, no
decía nada.
Cuando llegue mi mamá
estaba preparando todo, y yo le pregunte qué tenía, tuvimos prácticamente la
misma conversación que tuvimos el día que se fue mi mejor amiga, a diferencia
de que en esta tenía que tomar ya una decisión.
Estaba nerviosa,
pensaba en las ventajas y desventajas de irme y de quedarme, me costo pero al
final le dije que si me conseguía cupo para derecho para empezar en marzo en la
UCAB, me quedaba, y también como anteriormente me quiso persuadir con darme el
carro para ir a la universidad si me quedaba, le recordé eso, era una
condición.
Quedarme y estudiar en
la UCAB derecho era algo que me frustraba, porque siempre dije que no iba a
estudiar derecho, una profesora en primer año me pregunto que si yo iba a
estudiar derecho y yo: “no vale a mi no me gusta eso”, y con el pasar de los
años que me preguntaban que iba a estudiar, que si iba estudiar en la UCAB mi
respuesta siempre fue que no, por lo tanto terminar ahí y estudiando derecho me
frustraba, pero después pensé que sea lo que sea que termine estudiando iba a
hacer las cosas bien, con cariño. Nada bueno sale si lo hago sólo por obtener
un título. Pensé en que me destacaría, lo haría con cariño para lograr lo que
quiero.
Decidí no viajar, mi
mamá se puso en contacto con conocidos que trabajan ahí para ver cuales eran
las posibilidades de entrar para marzo, le dijeron que iban a averiguar. Había
hablado con Valentina y me dijo que fuera, que llevara todos mis papeles que
por ser buena alumna conmigo podían hacer una excepción y podría empezar en
marzo, quede con ella en que iríamos el día siguiente.
Me desperté, me bañé
para ir a la universidad con Valentina, pero ella por motivos personales no
podía, no fuimos, los conocidos de mi mamá la llamaron y le dijeron que no se
podía porque ya las pruebas de admisión habían pasado, y uno de ellos les dice:
“pero manda a esa muchacha para Caracas, que estudie en la central, esa es la
mejor universidad”, luego le dijeron de otra oportunidad de estudio, que luego
les contare. Quede con mi mamá de ir a Caracas a inscribirme para no perder el
cupo, no era nada seguro, solo era un plan b.
Ya más tranquilas, menos
nerviosas, y con el privilegio de que nos podían ir a buscar al aeropuerto nos
fuimos el 10 de Noviembre a Caracas, llegamos al medio día y fuimos directo a
la universidad a preguntar y saber como sería todo.
Llegamos a la
universidad, me atendió una muchacha, le plantee mi situación, busco en la
computadora y me dijo: “te toca inscribirte mañana, traes todos tus papeles y
pasas por ingeniería que es donde están inscribiendo”, quede sorprendida todo
fue muy rápido, pensé que habrían más peros. Fuimos a ver donde quedaba
ingeniería para el día siguiente no estar perdidas, en el camino me encontré
con un amigo de Puerto Ordaz, esperaba todo menos encontrármelo, habíamos
hablado pero no quedamos en encontrarnos, creo que si hubiéramos cuadrado para
vernos por alguna razón no pasa jaja.
En la entrada del
edificio de ingeniería había un señor y mi mamá me dice que le pregunte si no
tendría que llenar alguna planilla de inscripción, yo le dije a mi mamá que no,
que yo solo llevaba mis papeles y con eso formalizaba la inscripción. Al final
le pregunté al señor y me dijo: “trajiste todos tus papeles? Pasa de una vez a
inscribirte y luego me traes un chocolate”, pasé no había prácticamente nadie
inscribiéndose, el proceso fue rápido, al final me dieron dos planillas que
tenían que ser firmadas y selladas en control de estudio. Yendo hacia control
de estudio estaba feliz por lo rápido que había sido y que no nos iba a tocar
ir solas, ya quería regresarme a Puerto Ordaz, llegando a control de estudio
desafortunadamente nos dicen que están trabajando nada más hasta el medio día,
tendríamos que ir el día siguiente.
Luego fuimos a almorzar
a Ávila Burger, desde mi viaje anterior a Caracas quería ir a comer para allá,
esta vez mi mamá fue la que dijo para ir, pasamos un rato agradable, la comida
muy rica, y el ambiente es acogedor.
El día siguiente mi tía
tenia que ir a trabajar por lo tanto nos tocaba ir solas a la universidad, mi
tía nos dejo en una parada de taxis y agarramos el primero que vimos (estábamos
nerviosas jaja), el taxi era un carro viejo, sin vidrios ahumados, sin aire, y
sin reproductor de música, para entretenerme lo que hacía era ver el Ávila y
contar las motos, en menos de 20 minutos conté 300 motos, imagínense mi
aburrimiento. Luego que llegamos a la universidad como era muy temprano aun no
había llegado la gente de control de estudio, y esta vez nada más traje las
planillas que me mandaron a firmar, no lleve más nada. Cuando por fin abrieron
la taquilla, la señora que estaba atendiendo me pide una foto, cosa que no
tenía, me dijo: “sin la foto no te lo puedo firmar” y yo whaaat, y ahora cómo
hago?
Le dije a mi mamá y se
puso nerviosa, llamando a mi primo a ver si nos podía hacer el favor, me regaño
jaja, y me dijo que fuera a llorarle a la señora que yo no era de aquí y que
nos íbamos al día siguiente, la señora me dijo de una muchacha a dos taquillas
que saca fotos, pregunté por la muchacha pero nadie sabía si todos esos días
había ido ni a qué hora llegaba, fui por ultima vez a llorarle a la señora y me
dijo que cualquier foto, no importaba que fuera vieja, se me ocurrió la idea de
sacarle copia a color a la cédula y recortar la foto, cuando lo hice me di
cuenta que había llegado la muchacha, me tomo la foto con su celular y la
imprimió en papel fotográfico. Lleve las planillas con la foto para que la
firmaran y sellaran, y listo oficialmente inscrita.
Luego pasamos como hora
y media esperando que mi primo llegara para ir a comer, recién había comprado
un carro sincrónico, estaba aprendiendo por lo tanto a cada rato se le apagaba
el carro. Saliendo del estacionamiento del centro comercial en la rampa el
carro se le apago sin mentir más de cinco veces, no sabíamos como salir, el
vigilante nos ayudaba pero se apagaba, un señor en una camioneta le decía como,
hasta que hubo un momento que mi primo se bajo para que el señor nos hiciera el
favor de subir el carro, pero tampoco sabía, le dijo que solo sabia la teoría,
hasta que por fin lo logró, el pobre estaba más nervioso jaja, luego le paso lo
mismo en un semáforo, hasta que llegamos a nuestro destino.
Ya no nos tocaba ir más
a la universidad y aun nos quedaban otros dos días en Caracas, el jueves mi tía
iba a hacer unas diligencias y fuimos con ella, aprovechamos de comprar unas
cosas en el centro, yo estaba súper nerviosa, me quería ir rápido de ahí y mi
tía camina que camina, hasta que por fin nos fuimos. Fuimos a almorzar y luego
a la residencia que mencione anteriormente, una casa bellísima, con buenas
instalaciones, ubicada en una zona tranquila, quedamos encantadas con la
residencia, pero solo estábamos conociendo, porque como mencione anteriormente,
fui a inscribirme solo para no perder el cupo, de tener una mejor oportunidad
de estudio congelaría semestre.
Ya el viernes nos
regresamos a Puerto Ordaz, es increíble como en tres días me acostumbre a las
colas, al caos, tanto que cuando llegue sentía que estaba en un pueblo, mucha tranquilidad
jaja.
Siempre dije que
Caracas iba a ser un gran reto para afrontar, que a pesar de que soy una
persona absolutamente dependiente de sus papás lo podría lograr, y una vez
superado eso podría hacer cualquier cosa por mi misma. Estoy súper orgullosa de
haber alcanzado lo que quería: estudios internacionales en la Universidad
Central de Venezuela, pero tomando en cuenta muchos factores importantes que
implica vivir en Caracas, por ahora tengo otros planes que con el favor de Dios
pronto les contaré.
A todas esas personas
que están en quinto año y aspiran ser asignados en una universidad pública les
recomiendo que en la posición socioeconómica pongan que son personas de muy
bajos recursos, con eso tienen una gran probabilidad de quedar. No estoy de
acuerdo de ese método de evaluación, pero no queda de otra.
Para terminar les
aconsejo en ser constantes con lo que quieren, trabajar, luchar por ello, es la
única forma de lograrlo, también ser siempre positivos, aprovechen las
oportunidades que les brinda cada situación, sea buena o mala siempre salen
oportunidades. Les comparto una frase que esta en el encabezado del blog, con la cual me siento muy identificada: "Do what you love, love what you do!".
Espero que les haya gustado mi post, para estar pendiente de
cuando publico nuevas entradas nos pueden seguir por la cuenta del blog en
instagram: ohjesssblog, por ahí siempre estaré publicando cada nueva entrada, y
mis cuentas personales son: jessicaleobruni en instagram, twitter y snapchat, síganme
e interactuemos un poco.
Gracias por leerme, si te gusto el post no dudes en compartirlo, y
en hacerme saber que te gusto, es una motivación para mi seguir escribiendo. Un
beso enorme!
Jessica
Leobruni.
¿Cómo va tu experiencia?
ResponderEliminarPronto publicare un nuevo post al respecto, esta pendiente del blog y mis redes sociales, saludos!!
EliminarYa he leído el resto. Te he enviado al Facebook una invitación. Perdona por lo temerario...pero escribes muy bien y me cae bien la gente que es detallista y es capaz de dedicar tiempo para redactar y publicar. Sin duda es una vocación... un abrazo
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