Hace ya un año que había empezado el Ciclo
Básico Común (CBC) de la Universidad de Buenos Aires, y apenas el lunes 26 de
febrero tuve mi último examen.
El CBC consta de un año separado en dos
cuatrimestres, en cada cuatrimestre ves tres materias asociadas con tu carrera,
son seis materias en total, y tres de esas materias son generales, como
sociedad y estado que se trata sobre la historia de argentina, introducción al
pensamiento científico y algebra. La matemáticas que te asignan depende de para
que facultad estas.
Mi primer cuatrimestre del CBC no estuvo
para nada fácil, empezando porque estaba empezando mi vida universitaria como
estudiante extranjera, sin haber empezado a estudiar en una universidad
anteriormente.
Empezaba a estudiar una carrera la cual
tomé la decisión de estudiarla tres meses antes de empezar la universidad,
antes de esos tres meses ni se me pasaba por la cabeza estudiar economía. Mis
opciones eran: business en la rama de international business o comercio
internacional, también pensaba en estudiar ciencias políticas e irme por
derecho internacional y derechos humanos.
No pude dormir absolutamente nada la noche
anterior a mi primer día de clases, tenía mucha ansiedad, nervios, emoción,
muchos sentimientos encontrados.
Ese lunes de Abril, me desperté, desayuné
y me fui a la universidad con muchas ansias de lo que estaba por venir en esta
etapa.
Mi primera clase fue análisis matemático,
y a pesar de que días antes trate de repasar con videos en YouTube, salí de la
clase loca, no entendí nada de lo que el profesor explicaba, además que la
pizarra era de madera y se escribe con tiza, tampoco le entendía la letra al
profesor, ni lo que decía.
Luego tuve Economía, como toda clase
introductoria, el profesor llego hablando de la universidad y los temas
administrativos, luego nos dio una introducción a la economía y nos daba
ejemplos de los Simpson lo cual me pareció super cool. Esta clase si la entendí
más y recompenso lo que no había entendido de la anterior.
De regreso a la casa lo primero que hice
fue escribirle a mi mamá para contarle mi experiencia de mi primer día como
estudiante universitaria, le dije que estaba preocupada por análisis matemático
porque no entendía nada, me dijo que buscara ayuda, que formara algún grupo
para estudiar, lo cual hice al salir de clases, me apunte en las clases de
apoyo que tiene mi facultad de ciencias económicas. Luego tuve historia
económica social y contemporánea del mundo, la cual me pareció súper
interesante, me gusto muchísimo, y era la primera materia que me iban a
evaluar.
En conclusión mi primera semana como todo,
fue una semana de adaptación, de organizarme a la hora de tomar apuntes, ir a
la par con las lecturas de las bibliografías que mandan, y esas cositas de
nuevo ingreso a la universidad. Sin embargo, seguía con la preocupación de que
no le agarraba el ritmo a análisis porque tanto el profesor como la profesora
explicaban muy rápido y me perdía.
Luego de varias semanas logre adaptarme a
las tres materias, y asistía a mis clases de apoyo de análisis.
Se acercaban las fechas de los primeros
parciales, la primera materia que me tocaba presentar era historia. Los libros
que me asignaron eran lecturas mega largas. Una semana antes de presentar
empecé a ponerme al día con las lecturas y a resumir lo que consideraba más
importante. No había tomado en cuenta mis apuntes, sino hasta el último día,
cosa de la cual me arrepentí de no haber hecho desde un principio. Como todo
error, me dejo una enseñanza.
Tenía mi primer parcial, mi primer examen,
estaba cargada de ansiedad y con unos nervios inmensos, por supuesto no dormí
nada la noche anterior, y me fui a presentar en pijamas, literal.
Durante el examen fueron tres preguntas,
con dos buenas aprobabas. Hice un desastre de examen, debido a que tenia que
ser a bolígrafo. Mientras iba redactando se me ocurrían otras ideas pero no lograba
ordenarlas. Sin embargo, salí tranquila, con aprobar la materia me conformaba.
Luego presente economía, donde sentí que me exprimieron el cerebro y salí del
examen mal, pero con esperanza de aprobar, la esperanza es lo último que se
pierde, y por último análisis que salí llorando.
Soy de esas personas que se queda hasta el
último minuto con el examen, eso lo aprendí en bachillerato, nunca sabes lo que
puede suceder cinco minutos antes de que termine la hora. Así lo hice, en
análisis y me sirvió para el desarrollo de un ejercicio, que de todos modos
estaba malo.
Pasaron alrededor de dos semanas cuando me
entregaron la primera nota, por orden de lista, a medida que iban pasando de
letra mis ansias aumentaban a medida que escuchaba que la mayoría reprobaba,
sin embargo algunos aprobaban con buenas notas, por lo tanto mantuve mis
esperanzas, hasta que escuche: “Leobruni, dos”, en ese momento se me fue el mundo,
me quede en shock, pero no llore, sabía que debía esforzarme más para el
segundo parcial.
Luego me entregaron la nota de economía,
la profesora dio la antesala de que habían muchísimos reprobados y nos dio el
aliento de que teníamos el recuperativo, en esta materia no saque un dos, saque
un uno, sí uno. Las lagrimas se me salieron al frente de la profesora, entre en
crisis, mi primer pensamiento fue en devolverme a Venezuela y estudiar allá, a
todo esto se le suman las preocupaciones y la presión de conseguir un trabajo,
además de que para esos tiempos las protestas en Venezuela estaban heavy y un
amigo muy cercano estaba siempre metido en eso.
En ese momento dije nada agarro mis cosas
y me regreso, sin embargo, estos son los momentos cuando mi mamá me recuerda
porque me vine, que sabíamos que esto no sería fácil pero que yo tengo un
objetivo que cumplir, una meta que lograr, y que fuera perseverante siempre, ya
que ahí esta la clave para alcanzar nuestras metas.
Mi mamá de cierto modo también se sentía
triste, sentía que no me podía ayudar de la manera que quería, pero entre todo
me daba palabras de aliento para seguir, que me preocupara solo por estudiar y
aprobar, y para terminar la llamada me hizo decir “SI PUEDO MAMI”, obviamente
yo estaba en un mar de lagrimas y no lo dije con la certeza que ella quería ni
a la primera ni segunda, sino a la tercera y sonó tan niña de 5 años jajaja,
fue uno de esos momentos únicos de madre e hija, después de eso me sequé las
lagrimas y agarre fuerzas para continuar, ya que nada estaba perdido.
Por último me entregan la nota de
análisis, el profesor llego dando la misma antesala que en las otras dos
materias que cursaba “muchos reprobados, muchos errores en las cuentas” como
les gusta vernos las caras de sufrimiento jaja, bueno la ansiedad como siempre
hasta que me entregaron mi examen y no entendía la letra, no sabía si era un
dos o un cinco, ya después de la euforia de tener el examen en mis manos que vi
el cinco, me alegro el día, la semana, todo, como toda entrega de examen lo
primero que hice fue mandarle un mensaje a mi mamá “MAMI APROBEEEE ANALISIS
PASE ANALISIS CON CINCOOOOOO”, compartimos la emoción, y me puse a estudiar
muchísimo para recuperarme en las otras dos materias.
Para los segundos parciales estudié más de
los apuntes que de los libros. Si o si tenía que aprobar para tener chance de
hacer el recuperativo en historia y economía, análisis la descuide un poco
porque necesitaba solo un tres para ir a final. Tuvimos algunas recomendaciones
de los profesores para mejorar el rendimiento en el segundo parcial, y uno en
particular que me ayudo bastante fue que la profesora en economía nos dijo que
no nos limitáramos a responder solo las consignas, sino que desarrolláramos y
demostráramos todo lo que sabíamos. Presenté en el mismo orden, primero
historia, luego economía, y por último análisis.
Para historia me prepare bien, tuve la
tranquilidad para estudiar bien y dar un buen examen, me sentía relajada y
tranquila, incluso salí tranquila y satisfecha con lo que hice a diferencia del
primero que sentía mucha ansiedad por saber como me fue.
No obstante, para economía, a pesar de que
estudie con mis compañeros la parte práctica, no estudie mucha teoría. El fin
de semana antes del examen que se suponía lo tomaría para estudiar teoría, pero
me pasaron miles de cosas que tenia que buscar la manera de resolverlas rápido,
incluso la noche del domingo en un momento de debilidad mental estuve dudando
en si ir a presentar economía o no, pero me puse a analizar que ya no tenía
nada que perder, si iba y lo intentaba habían posibilidades de que aprobara, si
no iba a presentar obviamente no habría manera de aprobar, y me tocaría
recursar la materia.
En ese momento decidí escribirle a mi mamá
para que me diera palabras de animo, le dije todo lo que sentía, me dio sus
palabras de animo y agarre fuerzas para seguir luchando hasta el final.
Como me había quedado hasta tarde
estudiando decidí no ir a mi clase de la primera hora que era análisis, la
última clase de repaso antes del examen me la perdí. Llegue media hora antes de
entrar al examen para poder repasar un poco más en la universidad.
El examen nos lo iba a tomar otro
profesor, tardó media hora en llegar, antes de verlo ya yo había rezado diez
padre nuestro y nueve ave maría, dios era el único que me podía dar otra
oportunidad, sin embargo, cuando ya me había emocionado el profesor llegó. En
lo que vi el examen puse mi nombre y pensé en entregarlo en blanco, hasta que
volví a analizar que no tenia nada que perder así que mejor lo respondía con lo
que había estudiado, me quede con el examen igual hasta el ultimo minuto, y
cuando entregue me encomendé a dios para que fuera su voluntad porque
sinceramente no sabía, no tenía la mínima idea si estaba bien lo que había hecho.
Estudiando para el segundo parcial de
análisis me costo entender algunas cosas, debido a que no hice los ejercicios
de la practica en el momento que los asignaban, lo deje todo para el final y
habían ejercicios que me generaban dudas que tenia que adivinarlos porque ya el
profesor no podía aclarar mis dudas, presenté el examen y me sentía segura de
que llegaba al tres.
En la semana de entrega de notas la
primera que me entregaron fue historia, ese día estuvo lloviendo y llegue justo
10 minutos antes de que terminara la hora de historia, al preguntarle a la
profesora mi nota me dijo: “sacó seis en el segundo parcial, en el primero
tiene dos, va directamente a final”, la sonrisa en mi cara fue algo que nadie
me podía quitar, estaba psicológicamente preparada para estudiar para el
recuperativo de historia y que la profesora me haya dicho que iba directamente
a final me alegro la semana.
Luego me entregaron la nota de análisis,
no pude llegar a tiempo para que el profesor me la entregara personalmente pero
un compañero de clases recibió el examen por mi, le pregunto enseguida por
whatsapp cuanto saque y me pregunta cuanto crees? Y yo bueno un tres al menos,
y no, me mando una foto había sacado un dos, me tocaba presentar recuperativo
de análisis, cosa que quería evitar porque me iba a tocar presentar el mismo
día que economía.
Ese mismo día entregaron las notas de
economía, por orden de lista también, la mayoría que había reprobado el primer
parcial aprobaron el segundo, algunos iban directamente a final otros a
recuperativo. Se puede decir que estaba preparada para lo peor, pero al saber
que el 99% aprobaba tenía una ilusión de también aprobar, de ser lo contrario
me iría en llanto. En lo que escuché al profesor decir: “Leobruni cinco,
recuperas el primero”, se me dibujo una sonrisa en el rostro y abrace a la
persona que tenía al lado. En lo que salí les avise a mi mamá y a mi novio, y
empecé a estudiar para los recuperativos. Estudie más para economía que para
análisis por lo mismo, para análisis necesitaba un tres, mientras que para
economía necesitaba más de un cuatro, si era posible un siete para promocionar
la materia.
El día que me toco presentar los
recuperativos, presenté primero análisis, entregue y la nota la enviarían por
correo. Luego presente economía, me tomé mi tiempo, y desarrolle bastante, fui
de las ultimas tres personas en entregar, y escuchaba las notas de los que
habían entregado antes de mi, la mayoría con la nota que saco en el
recuperativo más el punto adicional de su partición en un trabajo por internet
les daba para promocionar o eximir la materia, es decir, no presentaban el
examen final.
Mientras seguía desarrollando en el
examen, me ilusione con sacar un seis y que me dieran el punto por mi
participación en el foro ya que fui la única en responder una pregunta que
ninguno había respondido. Entregué el examen y empezó la ansiedad nuevamente,
lo único que esperaba era escuchar “por lo tanto, promocionas la materia” y ya
me olvidaba de economía. El profesor se tardó alrededor de media hora en
entregarme la nota, cuando finalmente me la dio me dijo que había hecho muy
buen examen pero que tenia algunas confusiones que saqué un seis y que tenía
que presentar el examen final, me quede esperando que me dijera lo del punto
pero no me lo dijo, pensé que no me lo habían dado porque el trabajo lo había
mandado casi en el tope de la fecha límite, por lo tanto quede decepcionada,
habían acabado con mis ilusiones de ser la persona más feliz durante esa
semana.
El fin de semana me lo tome de descanso
para empezar el lunes a estudiar para presentar mi primer final, también en el
mismo orden, primero presentaría historia, luego economía y por último
análisis. Se suponía presentaría en el primer llamado para tener más días de
vacaciones, pero no logré alcanzar los temas debido a que me puse a estudiar
dos días antes del primer llamado, pero si no presentaba en esa instancia no
pasaba nada porque podía presentarme en el segundo llamado y eso haría con las
tres materias. La nota del recuperativo de análisis me la dieron el fin de
semana, había sacado un cuatro negativo y me tocaba rendir el final.
Sin embargo, a pocos días de ir a rendir
mi primer final, justo una semana después de haber rendido el recuperativo de
economía, estaba en la biblioteca estudiando y por pura casualidad me puse a
revisar mi correo y vi que el día anterior había recibido un correo de mi
profesor de economía diciéndome que se le había olvidado decirme en la entrega
de notas que yo tenia asignado el punto del trabajo y que por lo tanto
PROMOCIONABA LA MATERIA, lo leí dos veces, en la primera lo medio leí y al solo
ver la palabra “promocionas” me pare de la silla y empecé a saltar y decir
“promocioneee sii promocioneeee”, de la emoción le di un abrazo a una de mis
compañeras que también estaba estudiando, y esa noche e incluso hasta el día
siguiente no había nada que me quitara la sonrisa de mi rostro.
Durante esos dos días lo que pensaba era
que iba a ser una economista que reprobó su primer examen de economía con UNO,
pero que sin embargo fue la primera materia que aprobó en la universidad. Me
sentía tipo el ave fénix que resurgió de sus cenizas. Ya después que se me pasó
un poco la euforia seguí enfocada en aprobar mi segunda materia, tenia un poco
de miedo porque era demasiado contenido y no sabía que preguntas se le podrían
ocurrir a la profesora, sin embargo, algunos temas los podía desarrollar con
mis propias palabras.
Llego el día que me toco presentar el
final de historia, estaba como siempre ansiosa, me saque un cinco, ya tenía dos
materias de tres aprobadas, solo me faltaba análisis matemático.
El final decidí presentarlo en Agosto,
para estudiar me costo un poco debido a todos los acontecimientos que pasaron
durante el mes de Julio en Venezuela, y yo no podía despegarme de las noticias,
no pude enfocarme completamente, además de que tuve también muchas dudas que no
pude aclarar durante la cursada.
Llego el día de presentarme a rendir el
final de análisis, y estaba igual, muy nerviosa hice lo que pude, sin embargo
no llegue a sacarme un cuatro, por lo tanto tenia dos opciones, o me presentaba
para la segunda oportunidad de rendir el final en diciembre o recursaba la
materia directamente en el segundo cuatrimestre, yo decidí presentar nuevamente
el final en diciembre.
SEGUNDO
CUATRIMESTRE
En mi segundo cuatrimestre del CBC, las
materias que me tocaron fueron metodología de las ciencias, álgebra y
sociología.
A diferencia de mi primer cuatrimestre que
tuve un horario de 7 am a 11 am, este cuatrimestre me toco de 9 am a 1pm, lo
cual para mi era algo que tenía que modificar si o si porque estaba a full
buscando trabajo, y necesitaba disponibilidad horaria desde las 12 pm. Paso que
en la universidad para que te puedan cambiar el horario debes demostrar que
estas trabajando, yo para cuando necesitaba pedir el cambio aun no había
empezado a trabajar y lo que hice fue pedirle a la monja de la residencia donde
estaba que me hiciera una carta de un voluntariado desde las 12 pm para que así
me asignaran un horario más temprano, y efectivamente me asignaron de lunes a
sábados de 7 am a 9am, lo cual luego cuando empecé a trabajar me cayó como
anillo al dedo.
Empecé a trabajar tres semanas después de
haber empezado las clases, al principio fue un poco difícil acostumbrarme
porque tenia clases de 7 a 9 am, y entraba a trabajar de 9:30 am a 3:30 pm, y
llegaba a la residencia a eso de las 4:15 pm súper agotada, me quedaba dormida
como hasta las 8 pm, para dormirme de nuevo a las 2 am. Y así estuve hasta que
se acercaban los parciales.
Para los primeros parciales ya no me podía
dar el lujo de dormir la siesta porque tenia que estudiar, lo que hacia era
llegar merendar y darme un buen baño para empezar a estudiar, otra ventaja era
que en el trabajo también aprovechaba el tiempo para estudiar un poco, lo cual
me aliviaba un poco y me daba chance de tomar un power nap.
A diferencia también del primer
cuatrimestre, ya sabía como estudiar por lo que en los primeros parciales me
fue relativamente bien, en sociología me saqué un 7.50, en álgebra un 6, y en
metodología un 5, para promocionar tenía que esforzarme un poco más en
metodología y más en álgebra, pero sin descuidar sociología.
En la segunda ronda de parciales estuve
muy segura de lo que había hecho en sociología, sin embargo luego que presente
metodología estuve un poco ansiosa esperando la nota, e igual en álgebra,
quería promocionar, necesitaba promocionar para poder enfocarme en análisis
matemático, y sí, había promocionado metodología pero no álgebra cosa que me bajo un poco el
animo ese día, sin embargo no me quedaba de otra que ponerme a estudiar.
Primero me tocaba presentar el final de
álgebra y luego el de análisis. Para álgebra estudie hasta las 5 am del día que
me tocaba rendir el final a las 9 am. Luego del examen me dio una ansiedad
demasiado grande, se me iba a partir el corazón si no aprobaba, pero gracias a
mi esfuerzo estudiando me saqué un cinco, listo, una materia más y termino el
CBC, eso fue lo que pensé.
Para análisis matemático empecé a estudiar
con 15 días de anticipación, y cuanto menos faltaba para presentar más ansiedad
me daba. Justo un día antes de rendir el final nos dicen que fue cancelado
debido a un paro nacional, para muchos habrá sido eso su salvación, para mi no
lo fue, mi ansiedad aumentaba e inclusive me moleste.
Cuando por fin llega el tan anhelado día
para presentar, me tuve que ir hasta la universidad en taxi porque recién me
había mudado a la segunda residencia donde estuve y no sabía como llegar desde
ahí hasta mi sede, además de que salí tarde de la residencia, cuando llegue ya
habían empezado.
Al momento de ver el final me quede
perpleja, no sabía por donde empezar. Eran 10 ejercicios, teníamos una parte
teórica y una práctica, debíamos tener para aprobar dos buenos en la parte
teórica y 3 en la parte práctica. Leí todas las consignas y comencé por el que
me resultaba más fácil y así fui desarrollando el examen, sin embargo mientras
más escribía más ansiedad me daba, hasta que termine de resolver lo que pude y
entregué.
Como yo estaba en la condición de alumno
remanente, es decir, tenía dos oportunidades más para poder presentar el final
de análisis antes de recursar la materia, pero si en la tercera oportunidad no
aprobaba perdía un cuatrimestre viendo solo esa materia, lo cual no quería que
pasara.
Durante el final hice los ejercicios que creí me
darían los puntos para aprobar pero, no llegué a aprobar, lo cual me deprimió
porque le tenía mucha ilusión a pasar navidades con mi CBC aprobado al menos,
que valiera la pena pasar navidades sola, sin mis seres queridos, pero no,
volví a desaprobar análisis. Trate de contener mis lagrimas y mi tristeza pero
sin embargo no pude, se me salieron las lagrimas al frente del profesor, tanto
que sintió mi dolor, me empezó a preguntar sobre que me había pasado porque tuve
muchos problemas en cuentas que no me dejaban avanzar, que me presentara en la
tercera instancia que le pidiera los modelos de exámenes. Sin embargo, en ese
momento le dije que no, que me iba a inscribir en el intensivo de verano porque
si volvía a desaprobar iba a perder un cuatrimestre completo haciendo solo esa
materia y justo eso era lo que no quería.
Recorrí mi sede tres veces llorando
preguntando lo mismo en tres lugares distintos, sobre como tenia que hacer para
poder inscribirme en el intensivo de verano que empezaba en enero, hasta que
llegue al lugar que correspondía y me dijeron que me metiera en la página del
cbc y me inscribiera por ahí. En lo que llegue a mi residencia lo hice y
casualmente era el último día para poder hacer el intensivo de manera presencial.
La depresión no se me quito durante todo
el día, llegue a la residencia y luego de inscribirme para el intensivo me puse
a ver una serie y me quede dormida como por dos horas, hasta que me desperté
con hambre porque en todo el día no había comido más que una arepa sin relleno,
solo estaba untada con queso crema porque me había quedado sin comida y no
tenía tiempo de hacer mercado. Cuando me desperté de la siesta me fui a la verdulería
e hice un pequeño mercado de vegetales y frutas para acompañar mis proteínas,
lo cual si tenia en el refrigerador.
Llegue del mercado cargada y lo primero
que hago es revisar mi celular, tenía un mensaje de mi papá, me daba palabras
de aliento y motivación para seguir luchando con esa materia que tanto me
costaba, me dijo unas palabras que se me quedaron grabadas, estas fueron: “Hija
tranquila que todo en la vida no puede ser fácil, te queda una oportunidad y lo
lograras porque tu has hecho todo lo difícil fácil. Quédate tranquila no te
pongas triste y recuerda que Dios es el que tiene la última palabra”. El
mensaje me lleno de bastantes fuerzas si, me encanto también, pero no les voy a negar que seguía sintiendome decepcionada, y la depresión se me paso como a la
semana que fue que lo acepte y que en el intensivo le iba a poner mis mejores
ganas para promocionar la materia y no presentar final.
Desde el 20 de diciembre hasta el 22 de enero
estuve de vacaciones de la universidad, a partir del 22 de enero empezó mi
intensivo todos los lunes, miércoles y viernes, de 8 am hasta las 12 pm. Las
primeras dos semanas me toco adaptarme, me incomodaba demasiado estar
4 horas sentadas en una silla incomoda y con calor viendo matemática, se
me hacia demasiado denso hasta que me acostumbre.
Para el primer parcial, estaba tratando de
hacer la guía práctica al ritmo que iban los profesores con las clases, sin embargo
quede un poco atrasada, los ejercicios que no pude hacer fueron los de las
primeras unidades que no importaba tanto porque era un tema que entendía y se aplicaba en las unidades posteriores debido a que se
correlacionaban. Dos cosas más que también me ayudaron a estudiar fueron, que los profesores la clase antes del parcial dieron un modelo de examen y
explicaron como resolverlo, y que hice un grupo de estudio con 4
compañeros más, además de que nos juntamos a estudiar un día antes del parcial, por lo tanto
aspiraba a sacarme más de un cinco, y lo logré! Me saque un 6.50, pude haberme
sacado un 8 porque de cuatro ejercicios hice tres completos pero por errores
escribiendo, colocando números donde no iban o comiéndome números me bajaron
1.50 puntos.
Me alegro saber que había sacado un 6.50,
pero para el segundo parcial debía esforzarme el doble porque tenia que sacarme
un 7 si o si para poder promocionar, estaba bajo mucha presión porque los temas
eran mucho más complejos en el segundo parcial. Nos juntamos con más
anticipación y más días a estudiar y prepararnos bien bien. Al igual que para
el primer parcial, la clase previa al parcial hubo una clase magistral donde
nos dieron un modelo de examen y lo explicaron, cosa que también nos ayudó
muchísimo a la hora de estudiar.
Llegó la fecha de presentar, estaba
ansiosa, nos daban dos horas y medias para hacer el examen.
En el momento que me entregaron el parcial
empecé por el ejercicios más fácil, por un momento no sabía como resolver un
ejercicio que teníamos que despejar una variable que estaba encerrada en una
raíz cuadrada, y recordé que en el primer parcial que tuve de análisis durante
mi primer cuatrimestre el profesor puso un ejercicio con el mismo planteo y nos
explico como despejarlo elevando los dos lados de la igualdad al cuadrado para
así poder eliminar la raíz cuadrada y poder hacer el despeje. En ese momento
sentí que dios me ilumino la mente porque previo a eso estaba entrando en
crisis por no saber como seguir, al final el resultado me dio una bonita
fracción, y de la clase creo que fui la única persona a la cual el resultado le
daba lo que tenía que dar en su mínima expresión.
Hubo un ejercicio que no recordaba muy
bien la fórmula, la cual me iba aprendiendo en mi camino a la facu, claramente
no me la aprendí porque solo me falto tener esa fórmula bien y entregaba un
examen de 10.
El parcial lo termine mucho antes de la
hora, y no sabía que hacer, no sabía si quedarme un rato más o si entregar e irme, mientras estuve en esa indecisión me carcomía la ansiedad. Nunca he sido de las
personas que se toman su tiempo para revisar que todo este bien dos hasta tres
veces, prefiero entregar y confiar en todo lo que había estudiado para poder
terminarlo, así que entregue y me fui.
Aquí es cuando empieza la ansiedad post
parcial, la verdad me sentía muy segura de todo lo que había hecho, me había
copiado las respuestas en una hoja aparte para compararlas con las de una amiga
y teníamos todo parecido, llegábamos al mismo resultado, lo único que si sabía
que estaba mal era la fórmula que no me aprendí, pero el resto tenia todo
bueno, por lo tanto estaba muy feliz, y ansiosa por confirmar que promocionaba
la materia.
Cuando por fin llega el día de saber mi
nota, me desperté con muchas ansias, me preparé el desayuno, agarre mis
audífonos y emprendí mi camino hacia la facu, pensé que estaba un poco atrasada
pero cuando llegué el profesor aun no había llegado, llegó un poco después y
empezó a entregar los exámenes. Mi examen fue uno de los últimos en entregar y
cuando vi la nota que era un nueve no cabía emoción ni felicidad en mi, aunque
no les voy a mentir que si esperaba un 10, así que decidí preguntarle al
profesor al final de la clase sobre lo que me falto para llegar a un 10, con la
esperanza de que me subiera 0.50, pero no paso, pero de igual manera me fui feliz con mi nueve, sobretodo porque promocionaba la materia con ocho y por fin podía decir que: HABIA TERMINADO EL CBC!!!!!!
Ahora entro de lleno en la carrera donde
puedo avanzar por correlatividad de materias lo cual me tiene muy entusiasmada
y emocionada. A pesar de que no tuve las vacaciones que pensé que tendría
porque pensé que las clases empezaban en abril y no el 15 de marzo, me entusiasma
la idea de que el tiempo esta pasando rápido y que más pronto que tarde estaré
logrando una de mis metas, y la mejor parte de todo es que he estado
disfrutando del camino, me gusta ser universitaria, me encanta aprender y me
encanta lo que estoy estudiando.
Muchas veces suelo preguntarme si
realmente me gusta lo que estoy haciendo, porque sí, los estudiantes somos vulnerables a deprimirnos y decepcionarnos cuando salimos mal. Ser estudiante
es caerse con las notas que no te gustan pero volverte a levantar con la
persistencia y constancia en lograr mejorar tus notas, y eso es lo que hay que
tener durante toda la carrera: persistencia y constancia.
Disfrutemos del recorrido que después solo
quedará para el recuerdo.
Lo diré por última vez y porque me llena
de fuerzas, es oficial!! Soy estudiante de licenciatura en economía en la
Universidad de Buenos Aires!!!!!
Jessica Leobruni
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